Desc: Un mensaje a las estrellas: Dirigida por Ruth Chao. Con Douglas Vakoch, James Kasting, Steven J. Dick, David Messerschmitt. Durante más de 50 años, hemos estado buscando sin éxito alguna evidencia de vida extraterrestre inteligente. Sin embargo, el descubrimiento de miles de exoplanetas donde podría haber surgido vida ha supuesto un verdadero cambio y la esperanza de encontrarlos es mucho mayor que nunca. Dado que el primer contacto con una inteligencia extraterrestre podría convertirse en realidad en un futuro no lejano, es urgente resolver un complicado dilema nunca antes enfrentado por la humanidad: ¿cómo podríamos comunicarnos con ellos? Teniendo en cuenta que es difícil imaginar qué tipo de forma de vida e inteligencia podrían ser, es realmente difícil redactar un mensaje y surgen inmediatamente muchas preguntas: ¿Qué tipo de lenguaje universal podríamos utilizar para ser comprendidos? ¿Cuál debería ser el contenido del mensaje? ¿Cómo podríamos presentarnos a una civilización desconocida? ¿No podría ser arriesgado enviarles mensajes en caso de que fueran hostiles? ¿En nombre de quién debemos hablar en ese mensaje? Entre todas, la mayor dificultad es crear un lenguaje común que pueda ser entendido por cualquier forma de vida inteligente. Hay casi un consenso general en que el lenguaje debe basarse en las matemáticas, y fue precisamente un matemático, el Dr. holandés Hans Freudhental, quien creó un lenguaje cósmico llamado Lincos. Hasta la fecha, este es el único lenguaje creado con tal propósito. Algunos científicos creen que podrían haber evolucionado hacia algún tipo de forma de vida posbiológica, algún tipo de "superinteligencia artificial", ya que consideran que esta podría ser nuestra propia evolución aquí en la Tierra, por lo que piensan en los mensajes en esos términos complejos. . A pesar de las dificultades, ya se han enviado varios mensajes. El primero fue diseñado por Carl Sagan en 1972, y enviado a las placas de las Pioneer 10 y 11. Después de aquel, estuvieron los discos dorados a bordo de la nave espacial Voyager en 1977 y varios mensajes de radio, siendo el mensaje de Arecibo de 1974. el más famoso. Suponiendo que el sistema estelar más cercano, Próxima Centauri, esté a cuatro años luz de distancia, si enviamos un mensaje de radio hacia él, se necesitarían al menos otros cuatro años para tener una respuesta, por lo que el diálogo con cualquier hipotética civilización extraterrestre sería realmente real. complicado. Si pensamos en una estrella que se encuentre a distancias de cientos o miles de años luz, la comunicación podría volverse casi imposible. Sin embargo, si alguno de esos mensajes pudiera eventualmente ser decodificado y respondido en cualquier estrella muy, muy lejana, eso podría transformar radicalmente nuestra conciencia como especie y nuestro lugar en el universo. Nunca seríamos los mismos.